¿Sueles experimentar un dolor punzante detrás de los ojos, acompañado de visión borrosa o destellos de luz? ¿Piensas que puedes estar sufriendo migraña ocular y no sabes qué hacer para aliviarla? ¿Quieres saber cuáles son sus síntomas para diferenciarla de otros tipos de dolores de cabeza? ¡Estas en el sitio correcto! La migraña ocular es una afección bastante común y, en muchas ocasiones, no viene acompañada de dolor intenso, a diferencia de la migraña convencional. Sus síntomas pueden aparecer de forma repentina pero no representan un peligro grave para la salud.
La migraña ocular puede ser dolorosa y limitante en cuanto a la capacidad de realizar actividades cotidianas, pero hay formas de ayudar a prevenirla y reducir sus síntomas. En este artículo te ayudamos a conocer la migraña ocular un poco mejor para que la puedas distinguir de otros tipos de dolores de cabeza para sí tratarla de forma adecuada.
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La migraña ocular se caracteriza por ser un tipo de dolor de cabeza que se localiza alrededor de los ojos o en un solo lado de la cabeza. Esta condición puede manifestarse con síntomas visuales, como la presencia de destellos de luz. Dependiendo del caso, estos síntomas pueden afectar ambos ojos, conocido como aura migrañosa ocular, o solamente uno, denominado migraña retiniana.
Es importante destacar que algunas personas experimentan síntomas previos durante 20 ó 30 minutos de antes de que se desencadene el dolor de cabeza, aunque los síntomas visuales pueden aparecer de forma súbita. Por ello, si sientes que está empezando y te encuentras realizando alguna actividad que implique movimiento, es recomendable que tomes precauciones y te detengas para evitar posibles accidentes.
Durante mucho tiempo se ha creído que la causa de la migraña ocular residía en un problema vascular. Sin embargo, hoy en día se considera que su origen está más relacionado con un estado de hiperexcitabilidad neuronal a nivel de la corteza cerebral ya que esto tiene relación con los síntomas visuales que en ocasiones presenta. Aun así, son muchos los expertos que siguen pensando que existe una relación entre este cuadro y el cambio producido en el riego sanguíneo cerebral e incluso con la fatiga ocular.
Aunque no se sabe con certeza, se ha visto que el 70% de las personas que padecen migraña ocular presentan algún familiar que también las padecen por lo que se cree que puede haber cierta predisposición genética. También se ha visto que es más frecuente en mujeres por lo que también puede estar asociado a un factor hormonal.
Respecto a la migraña con síntomas visuales,se sabe que factores como la ansiedad, el estrés, el hambre, la falta de sueño, los cambios hormonales o la toma de ciertos alimentos y medicamentos pueden predisponer a su padecimiento. Entre los alimentos que se asocian a este tipo de cefaleas se pueden encontrar el chocolate, el vino tinto, el queso curado, las nueces o el hígado de pollo. Estos alimentos son ricos en una sustancia conocida como tiramina, que se ha relacionado con desencadenar migrañas en algunas personas.
Algunos de los síntomas de la migraña ocular son ver destellos de luz, líneas onduladas o zigzagueantes, escotomas (zonas de visión ciegas), puntos brillantes en el campo visual o visión doble. Además de los síntomas visuales, las personas con migrañas oculares pueden experimentar otros síntomas típicos de las migrañas, como dolor de cabeza intenso, sensibilidad a la luz, sensibilidad al sonido, náuseas e incluso vómitos. Estos síntomas pueden ser debilitantes y afectar significativamente la calidad de vida de quienes los padecen.
Es importante tener en cuenta que las migrañas oculares deben ser diagnosticadas y tratadas por un profesional de la salud. Si experimentas síntomas de migraña ocular de forma recurrente o si el dolor de cabeza es severo, es recomendable buscar atención médica para obtener un diagnóstico adecuado y recibir el tratamiento adecuado para controlar los síntomas y reducir la frecuencia e intensidad de las migrañas oculares.
Existen diversas variantes de migrañas oculares, las cuales se agrupan en tres categorías principales: migraña con aura, migraña sin aura y migraña retiniana. Cada tipo presenta características distintivas en términos de los síntomas visuales, la presencia de aura y la intensidad del dolor de cabeza, lo que permite una clasificación más precisa:
En este tipo de migraña, el aura suele ser un síntoma previo o premonitorio que avisa al paciente de que el dolor de cabeza va a venir. El aura se caracteriza por ser anomalías o distorsiones visuales. Algunas personas describen la experiencia del aura como si estuvieran viendo a través de un cristal roto. Es importante destacar que el aura puede durar desde unos pocos minutos hasta una hora, y una vez que desaparece, suele dar paso al dolor de cabeza característico de la migraña.
A diferencia de la migraña con aura, en este caso el fuerte dolor de cabeza llega sin síntomas previos. La persona puede experimentar una crisis migrañosa de forma repentina, con dolor pulsátil intenso en un lado de la cabeza, acompañado de síntomas adicionales como sensibilidad a la luz, sensibilidad al sonido, náuseas e incluso vómitos. La migraña sin aura es muy común y puede ser igual de debilitante que la migraña con aura.
Este tipo de migraña es menos frecuente que las dos anteriores y se caracteriza por la pérdida momentánea total o parcial de la visión. La persona puede experimentar una visión borrosa, manchas oscuras en el campo visual o incluso la pérdida completa de la visión en uno o ambos ojos. Estos episodios de pérdida visual suelen durar unos minutos y pueden estar acompañados o seguidos por un dolor de cabeza.
No todos los dolores de cabeza son migrañas, también te puede doler de cabeza por tener problemas refractivos como astigmatismo, o por tensión muscular. Por ello es importante saber identificarlos y que busques la ayuda de un médico especializado si sufres dolor de cabeza y aparecen síntomas visuales anormales o pérdida de visión. La cefalea tensional y la migraña ocular presentan características distintas que detallamos a continuación para que sepas diferenciarlas.
Mientras que la cefalea tensional se origina principalmente debido a la tensión muscular en el cuello y los hombros, la migraña ocular está relacionada con cambios en la actividad eléctrica y química del cerebro.
En cuanto a la localización del dolor, la cefalea tensional se caracteriza por una sensación de presión o apretamiento en la cabeza, focalizándose en las sienes o en la parte posterior del cráneo. Por otro lado, en la migraña ocular, el dolor suele afectar un lado de la cabeza, aunque puede ser unilateral o bilateral.
La duración de los episodios también difiere entre ambas condiciones. Mientras que la cefalea tensional puede persistir durante horas o incluso días, los episodios de migraña ocular suelen ser más prolongados, durando desde varias horas hasta tres días.
En cuanto a la intensidad del dolor, la cefalea tensional generalmente se describe como un dolor de cabeza constante y sordo, aunque puede variar en intensidad. En contraste, la migraña ocular se caracteriza por un dolor intenso y pulsátil, a menudo acompañado de náuseas, vómitos y una mayor sensibilidad tanto a la luz como al ruido.
Si bien es cierto que algunos pacientes que padecen cefalea tensional pueden experimentar cierta sensibilidad a la luz o al ruido, generalmente no es tan pronunciada como en la migraña ocular. Además, la migraña ocular se distingue por el aura visual, que puede presentar destellos de luz, líneas onduladas o zigzagueantes, manchas ciegas o puntos brillantes en el campo visual.
El mejor tratamiento de una migraña es la prevención y para ello es necesario conocer todos los factores involucrados. Para ello es recomendable que observes en qué circunstancias ha aparecido la migraña ocular ya que puede verse favorecida por cambios hormonales o tus hábitos de sueño y comidas. Si puedes identificar qué pudo desencadenar algún episodio, podrás realizar cambios en tu estilo de vida que reducirán su frecuencia e intensidad.
Llevar un estilo de vida saludable puede ser beneficioso para reducir la frecuencia e intensidad de las migrañas oculares. A continuación, enumeramos algunas de las principales recomendaciones que te ayudarán a manejar este tipo de migraña:
Si a pesar de llevar a cabo estas recomendaciones, las migrañas oculares siguen apareciendo, puedes consultar con especialista que te ayude a reducir su impacto en tu vida ya que hay tratamientos que pueden reducir los síntomas de la migraña una vez que se han desarrollado.
Dependiendo de la frecuencia e intensidad en la que aparezcan las migrañas oculares, será recomendable un tipo de medicación u otro. Para algunos pacientes los antiinflamatorios como el ibuprofeno son suficientes para aliviar los episodios de crisis migrañosas. Sin embargo, otros pacientes necesitarán medicamentos más específicos.
Es el médico el que debe recomendar qué tipo de analgésico o antiinflamatorio es más adecuado en cada caso. Ten en cuenta que un uso excesivo de analgésicos puede dar lugar a cefaleas rebote y la ausencia de tratamiento puede hacer que la persona cada vez sea más sensible a los síntomas, pudiendo provocar cefaleas o migrañas crónicas.
Lo mejor es prevenir la aparición de la migraña ocular y para ello se recomienda llevar una vida sana, una dieta equilibrada y realizar un mínimo de actividad física. Y si las migrañas aparecen, además del medicamento recomendado por tu médico, quédate en reposo en un lugar oscuro y silencioso.
La migraña ocular puede afectar significativamente la calidad de vida de quienes la padecen. Sus síntomas como los cambios en la visión o la sensibilidad extrema a la luz y al ruido pueden limitar las actividades diarias y generar un malestar considerable a las personas que la padecen. Por eso es importante conocer las opciones de tratamiento que pueden ayudar a controlar y reducir la frecuencia de los episodios de migraña ocular.
Adoptar un estilo de vida saludable, identificar y evitar los desencadenantes individuales y buscar el equilibrio en la alimentación y la hidratación, puede contribuir en gran medida a reducir los síntomas de la migraña ocular.
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Publicado por Vita Óptica
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