¿Sabías que la exposición excesiva al sol puede provocar lesiones en tus ojos como la pinguécula? ¿Te has visto una mancha amarillenta en el ojo y no sabes qué es? ¿Temes que esa pequeña protuberancia pueda afectar a tu visión a largo plazo? ¡Estás en el sitio correcto! Las pinguéculas son pequeñas lesiones oculares que pueden surgir de repente y generar inquietud en aquellos que las padecen.
A pesar de su apariencia y la posible irritación del ojo que pueden provocar, las pinguéculas no suelen tener mayores consecuencias que cierta incomodidad. Si te interesa conocer más sobre estas manchas oculares para comprenderlas mejor y prevenir su aparición, a continuación, te explicamos qué son exactamente y qué factores pueden provocar su aparición.
Índice de contenidos
Qué es la pinguécula
Una pinguécula es una protuberancia benigna que se forma en la capa de tejido conjuntivo que recubre al ojo llamada esclerótica. Suele ser de color amarillento y crece muy cerca de la córnea, normalmente en el lateral más cercano a la nariz, aunque también pueden manifestarse en el lado contrario.
Por lo general, la pinguéculas suelen ser muy pequeñas, aunque algunas veces pueden tener un tamaño mayor que las hace visibles al observar el ojo de cerca. Su crecimiento suele ser gradual y la mayoría de las veces no afecta la visión porque no llega a afectar a la córnea.
Diferencia entre pinguécula y pterigión
Tanto la pinguécula como el pterigión son tumores benignos del ojo, sin embargo, la pinguécula es una acumulación de tejido conjuntival en el recubrimiento exterior blanco del ojo cercano a la córnea, mientras que el pterigión es un tejido conjuntival que se vuelve vascularizado y puede crecer sobre la córnea lo que afectará a la visión si no se trata adecuadamente.
Causas de la pinguécula
Los cambios en el tejido de la conjuntiva son la condición principal para que aparezca una pinguécula. Estas protuberancias se forman generalmente por acumulación de grasa, calcio y proteínas debido al efecto de la exposición excesiva a la radiación ultravioleta del sol y otros factores ambientales que enumeramos a continuación:
- Excesiva exposición al sol: la exposición prolongada y sin protección a la radiación ultravioleta del sol es uno de los principales factores que contribuyen a la formación de una pinguécula ya que la luz solar contiene rayos UV que pueden dañar las células de la conjuntiva.
- El viento, el polvo o la contaminación: son agentes irritantes que pueden dañar la superficie del ojo y desencadenar una respuesta inflamatoria en la conjuntiva. Esta inflamación crónica puede favorecer la formación de pinguéculas al provocar cambios en el tejido conjuntival y promover la acumulación de grasa, calcio y proteínas en la zona afectada.
- Sequedad ocular: La sequedad ocular, puede hacer que la conjuntiva sea más susceptible a la formación de pinguéculas, ya que la falta de lubricación y humedad en los ojos puede dañar las células de la conjuntiva y contribuir al desarrollo de estas protuberancias.
Síntomas de la pinguécula
La pinguécula puede manifestarse de forma silenciosa en sus etapas iniciales. Sin embargo, a medida que evoluciona, puede dar lugar a diversos síntomas que permiten reconocer su presencia y tomar las medidas adecuadas para recuperar el bienestar ocular. Entre los síntomas más frecuentes de la pinguécula se encuentran los siguientes:
- Irritación y sequedad ocular: La sequedad de los ojos no solo es una de las posibles causas de la pinguécula, sino también un síntoma que se manifiesta en algunos pacientes, así como la sensación de irritación constante.
- Sensación de aspereza: Algunos pacientes sufren una sensación de aspereza similar a cuando se mete algo en el ojo y provoca irritación o una pequeña úlcera.
- Picores y enrojecimiento: en algunos casos, la presencia de la pinguécula puede estar asociada con enrojecimiento y picor en el área circundante del ojo debido a la irritación causada por la protuberancia.
- Inflamación: Es el síntoma más evidente y visible de esta anomalía ocular. No siempre produce incomodidad en el paciente, pero se recomienda acudir al oftalmólogo para evitar complicaciones.
Diagnóstico y Tratamientos de la pinguécula
Al ser un tumor benigno, la pinguécula no suele tratarse, sino que el proceso está centrado en aliviar los síntomas asociados. En este sentido, el óptico-optometrista desempeña un papel fundamental al ofrecer cuidados y recomendaciones para mejorar la comodidad ocular del paciente. Uno de los enfoques principales es el alivio de la sequedad ocular, para lo cual el optometrista puede prescribir el uso de lágrimas artificiales y medicamentos antiinflamatorios. Estas medidas ayudarán a reducir la irritación y la sensación de aspereza que puede acompañar a la pinguécula.
En algunos casos, especialmente cuando la pinguécula genera preocupaciones estéticas significativas, el optometrista puede referir al paciente a un oftalmólogo especializado para considerar la posibilidad de la extracción de la lesión mediante una pequeña cirugía ocular con láser. Sin embargo, esta opción se reserva para situaciones excepcionales, ya que la mayoría de las pinguéculas no requieren tratamiento invasivo.
Si ya tienes una pinguécula, es importante que utilices gafas de sol cada vez que te encuentres en el exterior para proteger tus ojos de los rayos uva ya que son éstos los que pueden hacer que la protuberancia siga desarrollándose y creciendo.
Cómo prevenir la aparición de la pinguécula
La pinguécula está estrechamente relacionada con actividades al aire libre y la exposición a los elementos. Es importante proteger nuestros ojos en situaciones donde el sol, el viento, el polvo o la contaminación puedan estar presentes. Incluso si disfrutas de paseos por la ciudad, salidas al campo o deportes al aire libre, considerar el uso de unas gafas de sol adecuadas puede marcar la diferencia en la prevención de este tumor benigno.
Las gafas de sol son especialmente útiles en condiciones de mucho viento, tormentas de arena o zonas con nieve, donde la pinguécula podría manifestarse. Por eso, si eres deportista y practicas actividades en las que los ojos están expuestos al polvo en suspensión, la arena y otros agentes ambientales, te recomendamos que utilices unas gafas adecuadas para cada deporte. Si lo necesitas, también existe la opción de utilizar gafas deportivas graduadas.
Además de proteger tus ojos con unas gafas, mantener el ojo bien lubricado con lágrimas artificiales y evitar irritantes oculares también contribuirá a prevenir y aliviar molestias relacionadas con la pinguécula. Proteger nuestra vista es fundamental para disfrutar de la vida al aire libre sin preocupaciones.
Conclusión: Protege tus ojos del sol para prevenir la aparición de pinguécula
Las Pinguéculas son pequeñas protuberancias benignas que pueden surgir en la capa de tejido conjuntivo que recubre el ojo, debido a la exposición excesiva al sol y otros factores ambientales. Si bien las Pinguéculas no suelen requerir un tratamiento invasivo, es importante consultar a un especialista si los síntomas, como la sequedad ocular o la irritación, se vuelven demasiado incómodos ya que podrá recomendar el uso de lágrimas artificiales o medicamentos antiinflamatorios si fuera necesario.
Si necesitas más información sobre la pinguécula u otro tema de salud visual, sabes que puedes contactar con Vita Óptica o venir a vernos si buscas una óptica de calidad en Valladolid ya que contamos con profesionales especializados que te pueden ayudar. Nuestra prioridad es tu salud visual, por eso, si lo que necesitas es una revisión de tus ojos, no dudes en reservar tu cita previa sin compromiso. Recuerda que también puedes seguirnos en Instagram o YouTube para conocer más sobre el apasionante mundo de la visión.