¿Sabías que una presión dentro del ojo más alta de lo normal puede producir una hipertensión ocular y causar glaucoma y la pérdida permanente de la visión? ¿Quieres saber más acerca de esta patología? ¡El blog de Vita Optica Valladolid es el sitio correcto! La hipertensión ocular es un factor de riesgo que puede tener un impacto asintomático e indoloro en nuestra salud visual, que puede causar glaucoma. En este artículo te contamos todo lo que debemos saber sobre la hipertensión ocular.

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La hipertensión ocular afecta entre el 1 y el 6 por ciento de la población, pero la mayoría de las personas la desconocen porque no presentan síntomas. Cuando la presión dentro del ojo es más alta de lo normal, se produce hipertensión ocular. Si no se identifica y trata a tiempo, la causa principal del glaucoma puede provocar ceguera irreversible. Si hay factores de riesgo, las revisiones son cruciales a partir de los 40 años.

Qué es la hipertensión ocular

La hipertensión ocular se desarrolla cuando la presión intraocular (PIO) es más alta de lo normal. Dicha presión se expresa en mm Hg (milímetros de mercurio), y se considera normal cuando es inferior a 21 mm Hg. Hay algo de presión dentro de cada uno de nuestros ojos, y debe oscilar entre 9 y 21 mmHg. Hablamos de hipertensión ocular cuando la presión supera los 21 mmHg.

Aunque los valores no sean exactamente iguales y puedas tener hipertensión en un solo ojo, suele afectar a los dos ojos. La hipertensión ocular ocasionalmente causa glaucoma, una condición que, si no se trata, puede provocar la pérdida de la visión.

Quién está en riesgo de desarrollar hipertensión ocular

La hipertensión ocular puede afectar a cualquier persona, pero algunas personas son más susceptibles a ella. Aunque también hay algunas situaciones y actividades que elevan el riesgo de un aumento de la presión ocular. Es el caso de los siguientes ejemplos:

¿Qué tensión ocular es peligrosa?

Una presión intraocular considerada peligrosa es aquella que es significativamente más alta que el rango normal. Valores consistentemente por encima de 21 mm Hg pueden considerarse elevados y podrían indicar un riesgo de desarrollar glaucoma. Sin embargo, es importante tener en cuenta que el glaucoma puede desarrollarse incluso con una presión intraocular dentro del rango normal, conocido como glaucoma de tensión normal.

Por otro lado, una presión extremadamente alta, como valores por encima de 30 mm Hg, puede indicar una situación inminentemente urgente, como un ataque agudo de glaucoma de ángulo cerrado, que requiere atención médica inmediata.

Es fundamental recordar que la evaluación del riesgo de glaucoma y la determinación de qué nivel de presión intraocular es peligroso para un individuo específico debe ser realizada por un profesional de la salud ocular. El diagnóstico y tratamiento del glaucoma dependen de múltiples factores, incluyendo la PIO, el examen del nervio óptico, el campo visual, y otros parámetros oculares y de salud general.

En resumen, mientras que una presión intraocular por encima de 21 mm Hg puede considerarse elevada y potencialmente peligrosa, la determinación del riesgo y el tratamiento apropiado deben ser individualizados y guiados por un especialista en cuidado ocular.

Causas que produce la  hipertensión ocular

El oftalmólogo evalúa si el “ángulo” o sistema de drenaje está abierto o cerrado para identificar posibles causas de la hipertensión ocular. Se usa un procedimiento conocido como gonioscopia para examinar los ángulos de drenaje de los ojos y evaluar el grado de apertura de estos. La hipertensión ocular y el glaucoma son causados ​​esencialmente por los mismos factores, entre ellos:

Síntomas de la hipertensión ocular

La hipertensión ocular no presenta ningún síntoma distintivo, por lo que es imposible que un paciente la reconozca. Los oftalmólogos deben realizar un examen ocular y utilizar un tonómetro para medir la presión ocular a fin de diagnosticar la hipertensión ocular. Por ello, es fundamental hacerse una revisión una vez al año para poder identificar precozmente cualquier problema de visión, especialmente a partir de los 40 años si existen factores de riesgo.

Dado que la disminución de la visión suele ser periférica al inicio de la enfermedad y no se manifiesta hasta fases muy avanzadas de la misma, es típico que en la mayoría de los casos el fenómeno también pase desapercibido.

Tratamiento de la hipertensión ocular

El diagnóstico precoz es crucial para prevenir el daño del nervio óptico o la pérdida de visión por hipertensión ocular. El oftalmólogo puede decidir no tratar de inmediato y, en su lugar, realizar pruebas repetidas para controlar la presión, dependiendo de qué tan alta sea. En cambio, sugerirá medicamentos para bajar la presión intraocular si el oftalmólogo hace esa recomendación. Cada paciente recibe un plan de tratamiento único de su oftalmólogo. 

Las gotas para los ojos se pueden usar como tratamiento, o simplemente puede ser necesario para realizar una observación de rutina. Y, como es de esperar, se debe seguir estrictamente las instrucciones del especialista para que el tratamiento sea efectivo.

¿Cómo se mide la presión ocular en casa?

Medir la presión ocular en casa se ha vuelto más accesible gracias a la disponibilidad de tonómetros de uso doméstico como icare Home 2. Aunque estos dispositivos no reemplazan las evaluaciones regulares realizadas por un profesional de la salud ocular, pueden ser útiles para el monitoreo continuo, especialmente en personas con glaucoma o en riesgo de desarrollarlo. Aquí te explico cómo se suele realizar la medición:

  1. Adquisición de un Tonómetro de Uso Doméstico: Estos dispositivos están diseñados para ser más fáciles de usar que los equipos profesionales y se pueden adquirir tras una recomendación médica. Algunos modelos populares incluyen el tonómetro de rebote, que se utiliza tocando suavemente la superficie del ojo.
  2. Lectura y Entendimiento de Instrucciones: Antes de usar el tonómetro, es crucial leer y entender completamente las instrucciones del fabricante. Esto asegura que se haga un uso correcto del equipo y se obtengan mediciones precisas.
  3. Preparación para la Medición: Generalmente, se recomienda descansar unos minutos antes de realizar la medición. Es importante estar relajado y en una posición cómoda.
  4. Higiene: Lávate las manos y asegúrate de que el dispositivo esté limpio y desinfectado según las instrucciones del fabricante.
  5. Realización de la Medición: Siguiendo las instrucciones específicas del dispositivo, coloca el tonómetro frente a tu ojo. Algunos modelos pueden requerir un leve contacto con la córnea, mientras que otros funcionan a una corta distancia del ojo.
  6. Registro de las Mediciones: Anota los resultados de cada medición. Llevar un registro puede ayudar a tu oftalmólogo a entender mejor las variaciones en la presión ocular a lo largo del tiempo.
  7. Repetición y Consistencia: Realiza las mediciones de manera consistente y a la misma hora cada día, si es posible. Esto puede ayudar a obtener una imagen más clara de las fluctuaciones en la presión ocular.
  8. Consulta Regular con un Profesional: Las mediciones en casa no deben reemplazar las visitas regulares al oftalmólogo. Comparte tus registros de presión ocular con tu médico para un análisis profesional.

Es importante recordar que los dispositivos de medición de la presión ocular en casa están destinados a ser herramientas de monitoreo y no deben usarse como el único medio para diagnosticar o tratar condiciones oculares. Siempre consulta con un profesional de la salud ocular para obtener orientación adecuada y tratamiento si es necesario.

Conclusión: Cuida tu salud ocular de la hipertensión ocular

La hipertensión ocular, o aumento de la presión dentro de los ojos, requiere una estrecha vigilancia para prevenir el desarrollo de glaucoma. Debido a esto, siempre se recomienda a los pacientes que busquen observación profesional de inmediato por cualquier síntoma que ellos o un miembro de la familia puedan estar experimentando para evitar que se convierta en un problema grave como el glaucoma.

Debido a la importancia de las revisiones periódicas en aquellos con antecedentes, debe realizarlas a partir de los 40 años cada dos años y a partir de los 60 años cada año, con el fin de evitar daños en el nervio óptico, lo que daría lugar a una pérdida irreversible de la visión por glaucoma, así como a la disminución a través de diversos tratamientos.

Si tienes cualquier duda o necesitas ampliar información sobre la hipertensión ocular, ponte en contacto con nosotros sin compromiso o acude a Vita Óptica en Valladolid para que podamos aconsejarte mejor.

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