Mucha gente se plantea reducir los cristales de sus gafas debido al grosor que necesita para poder ver bien. En muchos casos un grosor muy alto puede afear la estética de la gafa, e incluso resultar un poco incómodo para manejarla. Pero, ¿merece la pena la reducción?
A partir de 2 dioptrías empieza a ser necesaria una reducción de los cristales, aunque depende de cada caso y de la montura que se elija.
Lo más complicado es trabajar la reducción de cristales de las gafas cuando la graduación es alta, especialmente por encima de 9 dioptrías. En estos casos son muchos los aspectos que hay que tener en cuenta:
Aún así, una buena reducción ayuda mucho al usuario, no solo estéticamente, sino también aligerando el peso de la gafa y haciéndola más cómoda.
Pero, ¿qué más debes saber al respecto? Echa un vistazo al vídeo:
PDF con referencias de los grosores de borde según el índice de reducción, la graduación y el tamaño de la montura
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Publicado por Vita Óptica
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