¿De verdad le prestas la suficiente atención a tu salud visual? ¿Sabías que existen enfermedades degenerativas de la vista que pueden llegar a dejar a una persona ciega? ¿Quieres saber qué factores de riesgo pueden provocar estas enfermedades y cómo prevenirlas? ¡Estás en el sitio correcto! Para mantener una visión perfecta, debes realizar exámenes oculares periódicos. Si bien existen
muchos tipos diferentes de enfermedades oculares, algunas de ellas pueden clasificarse como más peligrosas que otras porque pueden provocar la pérdida permanente de la visión o requerir cirugía. Estas enfermedades deben tratarse de inmediato para evitar un empeoramiento.
Aunque no debes infravalorar nunca ningún tipo problema visual, incluso, en el caso de problemas leves que se corrigen con gafas, te vamos a dejar una lista de enfermedades oculares degenerativas cuyos síntomas tienes que tener muy presentes para minimizar riesgos y, en caso de que se presenten, captarlas a tiempo. A continuación, te presentamos las enfermedades degenerativas de la vista que son muy peligrosas y cuyos síntomas debes vigilar de cerca.
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Diferentes factores de riesgo, como el envejecimiento y las enfermedades genéticas, pueden contribuir a la degeneración y pérdida total de la visión. Estos factores son los culpables de que las personas vivan con la vista disminuida o con pérdida total de la visión. A continuación, te contamos cuáles son los factores de riesgo más comunes en la generación de enfermedades de la vista y pérdida de la
visión:
Si bien algunos problemas oculares son menores y transitorios, los más graves pueden provocar una pérdida irreversible de la visión. Cuando se trata de patologías oculares degenerativas o relacionadas con la edad, estas condiciones afectan a los ojos y son causadas por la degeneración de algunos de los tejidos de los ojos. Como resultado, se desarrollan síntomas que no están relacionados con la propia genética del paciente. ¿Quieres saber cuáles son las principales enfermedades degenerativas de la vista que existen? Échalas un vistazo.
En este momento, esta enfermedad no tiene cura. Las personas mayores de cincuenta años tienen más probabilidades de experimentarlo. Las líneas borrosas, la mala visión o la distorsión de las imágenes son síntomas de que la mácula (la parte del ojo responsable de ver los detalles finos) está comprometida. Existen dos tipos de DMAE: la degeneración macular húmeda y la degeneración macular seca. La mayoría de las personas presentan primero la forma seca, que puede avanzar a la forma húmeda en uno o ambos ojos.
El tratamiento para la DMAE consiste en recibir inyecciones intraoculares. Aunque el paciente se haya sometido a algunos de estos tratamientos, la enfermedad y la pérdida de visión aún pueden avanzar. Por otro lado, no existe un tratamiento para la degeneración macular seca avanzada que pueda detener la pérdida de la visión, aunque puede retrasar y posiblemente detener la progresión cuando la patología ya está avanzada (donde se produciría la pérdida de la visión), mediante antioxidantes y omega 3.
El glaucoma, consiste, entre otras cosas en un aumento importante de la presión intraocular. Esta patología puede provocar ceguera, pero si se controla, se puede evitar que la enfermedad empeore. Sus tratamientos tienen como objetivo bajar esa presión intraocular. Aunque en ocasiones no es suficiente hacerlo, es necesario asegurarse de que no haya “visión túnel” u otros puntos ciegos de visión.
Las personas deben visitar a un oftalmólogo todos los años para hacerse exámenes de la visión porque el glaucoma es una afección asintomática que puede causar ceguera irreversible, especialmente si se tienen antecedentes familiares de la enfermedad o se cuenta con más de 40 años. La detección temprana permite a los profesionales médicos detener la enfermedad a través de medicamentos, láser o intervención quirúrgica.
El desprendimiento de retina inicialmente puede estar localizado, pero si no se trata, puede extenderse al resto del ojo. Ocurre cuando una de las capas de la retina, el epitelio pigmentario, se separa del resto. Es una enfermedad considerada muy urgente y se trata de inmediato por un oftalmólogo.
La crioterapia o la fotocoagulación con láser se pueden utilizar como tratamiento preventivo si la retina sólo está desgarrada y el desprendimiento aún no se ha producido. La cirugía es la única opción si la retina ya se ha desprendido. Durante la cirugía, se reposicionará la retina y se cerrarán los desgarros de la retina, pudiendo utilizar una variedad de métodos quirúrgicos, tales como Retinopexia neumática, la cirugía escleral o la Vitrectomía.
La cirugía es la única opción cuando la pérdida de visión de una persona interfiere con la vida diaria y, por lo general, está relacionada con la edad avanzada. Cuando el cristalino es opaco de alguna manera, se desarrollan cataratas. El paciente que los experimenta nota cambios significativos en el color, visión borrosa y sensibilidad a la luz. Por lo general, el médico valora cada caso y cuándo hay que operarlo.
La cirugía de cataratas es un procedimiento sencillo y la gran mayoría de los pacientes solo necesitan anestesia tópica (gotas) y seguir las instrucciones de recuperación. Adicionalmente, se pueden utilizar lentes intraoculares esféricos para corregir la posible refracción de lejos (solo miopía o hipermetropía).
Si el paciente tuviera astigmatismo el lente que se usaría se denomina lente intraocular tórico o con astigmatismo. Existen también lentes intraoculares que permiten ver a varias distancias, se les denomina trifocales y en este caso no las implantan en la seguridad social, si no que hay que acudir a una clínica privada para poder acceder a ellas.
Cuando alguien nota puntos con diferentes formas en su campo visual, es probable que sean moscas volantes. No deben dejarse de lado porque podrían convertirse en problemas de visión más graves. Se generan cuando el gel que hay en el globo ocular se condensa. Lo mejor es decírselo al médico de cabecera para que nos derive al oftalmólogo para que pueda evaluar la gravedad y los factores subyacentes.
Hasta el momento, ningún medicamento o procedimiento quirúrgico ha demostrado ser eficaz para la eliminación permanente de estas manchas móviles. Sin embargo, algunas clínicas han comenzado a tratarlas con láser. También existe un procedimiento conocido como vitrectomía, que consiste en extraer el humor vítreo y reemplazarlo con solución salina. Sin embargo es extremadamente contraindicado debido a los numerosos efectos secundarios graves, como el desprendimiento de retina.
La retinopatía diabética puede desarrollarse si su diabetes no está bajo control. En los países desarrollados, es la principal causa de ceguera. La diabetes deteriora los vasos sanguíneos que llegan a la retina, dificultando la circulación y causando la ceguera. La retinopatía puede afectar a la mácula o a su periferia, y según la zona y el grado de desarrollo, se dispone de diferentes opciones para el tratamiento, como la fotocoagulación con láser, las inyecciones intravítreas o la vitrectomía (cirugía).
En la mayoría de los casos, el origen de la retinosis pigmentaria es hereditario, lo que significa que las mutaciones genéticas se transmiten de padres a hijos a través de los genes. De hecho, alrededor del 50% de los casos presenta antecedentes familiares y puede estar relacionada con muchos genes diferentes.
La mayoría de las veces, la retinosis pigmentaria es una enfermedad autosómica dominante, lo que significa que una sola copia del gen mutado de uno de los padres es suficiente para causar la enfermedad. Sin embargo, también puede ser una enfermedad autosómica recesiva, lo que significa que ambos padres transmiten el gen mutado a su descendencia para que la enfermedad se manifieste.
Una persona también puede padecer esta patología por causa de una mutación genética espontánea, lo que significa que no hay historial familiar de la enfermedad. Otros factores, como la exposición a toxinas, lesiones oculares y enfermedades autoinmunitarias, también se consideran factores de riesgo que pueden contribuir al desarrollo de la retinosis pigmentaria.
Las enfermedades que afectan a los ojos se pueden prevenir, independientemente de que sean hereditarias, degenerativas o de tipo común. Las enfermedades degenerativas y hereditarias están frecuentemente presentes en nuestro ADN desde el momento del nacimiento, aunque no siempre están
activadas. Como resultado, es crucial que comprendas esto. Cuidarte es la mejor medicina para prevenir enfermarse o retrasar al máximo la aparición de estas enfermedades. Las enfermedades existen, y si deben aparecer, lo harán. Entonces, aquí hay algunas sugerencias que puedes empezar a implementar para cuidar tu salud visual:
Tenemos aceptado que es normal ir perdiendo visión con la edad, pero es imprescindible tener un cuidado especial con la vista si queremos mantenerla sana durante el mayor tiempo posible porque no todas las enfermedades de la vista pueden prevenirse ni todas son reversibles.
Es por esto que debemos practicar algunas rutinas y prestar atención a algunos consejos para mantener la salud de nuestros ojos y disminuir la probabilidad de pérdida de la visión en el futuro. Cuidar tu salud visual es algo que está en tus manos y que puedes comenzar a hacer desde ya mismo.
Por ello, la mejor forma de prevenir las enfermedades degenerativas de la vista es acudir con frecuencia a todos tus chequeos visuales y oculares y seguir los consejos. Si sospechas que sufres de alguna de estas enfermedades de la vista, no pospongas más tu visita con tu profesional de la visión y reserva tu cita previa sin compromiso con VitaÓptica, donde nuestra prioridad es tu salud visual.
Publicado por Vita Óptica
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